Una leyenda oriental cuenta que cuando los reyes de Siam murieron, sus almas se fundieron en un gato Siamés, con el fin de poder estar presentes en la coronación del futuro rey de Siam, antes de ascender al cielo.
Esta raza de gatos en éste país han sido tratados como parte de la familia real, residiendo en el palacio con todas las atenciones y cuidados reales.
Pero además hay algunos gatos siameses que tienen arrugadas sus colas y cuentan las leyendas que son considerados como mágicos, ya que eran utilizados por las princesas para que ellas dejaran sus preciados y valiosos anillos en su cola, para que éste los guardara de cualquier ladrón, por que se decía que al deslizarse el anillo por la cola, ésta se iba haciendo invisible.
Así cuando ellas se retiraban a descansar o se bañaban, los gatos se transformaban en depositarios de estos bienes preciosos para la familia real, por lo cual eran de confianza para ellos y el pueblo los respetaba por eso considerándolos mágicos, creencia muy arraigada en el Lejano Oriente.
Otro mito sobre esta raza felina tan especial y misteriosa de Oriente cuenta que originalmente eran llamados Si-Suwat y más tarde fueron rebautizados por “Ramu” Rey de Siam V, ya que estos gatos son utilizados en rituales de procesiones planificadas para traer la lluvia a los campos, como reza un poesía o conjuro acerca de ellos, utilizada para tal fin;
"Los cabellos son lisos
con raíces en las nube,
como puntas de plata,
el agua atraerán
y sus ojos brillaran
cual hoja de loto,
que éstos mojaran".
Así los siameses reales pasaban a esta vinculados con los agricultores, a través de la inducción de la lluvia para sus cosechas, relacionándose con la prosperidad y el progreso, además de su conexión con los dioses, que accedían a sus peticiones, según las creencias orientales.
Imagen: flickr