











En esta carta vemos a un monje, símbolo de la espiritualidad, y a un bufón, representando el deseo de hacer sentir mejor a los demás sin preocuparse de uno mismo, que admiran y alientan a un artista artesano, símbolo de la fuerza creativa y del trabajo, que está realizando su tarea en una iglesia, es decir, que está llevando a cabo una labor que beneficiará a todos.
Así pues, en esta carta confluyen varias partes de nosotros: el espíritu que nos mueve a ayudar, las ganas de regalar felicidad a los demás, y el esfuerzo físico que se pone en ello. Y todo esto tiene un nexo en común: la intención de mejorar la comunidad en la que vive el consultante y de crecer como ser humano gracias a la nobleza de tal acción.
Este 3 de Oros nos habla también de la capacidad para aprender habilidades prácticas que supondrán para el que pregunta un paso importante adelante en su oficio y en la buena consideración de cuantos le rodean.
La aparición de este arcano en una tirada concreta de Tarot sobre el amor no está relacionada con el amor de pareja, sino más bien lo está con un sentimiento altruista que empuja a hacer cosas por los demás, con el deseo de ayudar. Ahora bien, este sentimiento es puro y sincero y carece de dobleces o falsedades.