











Los Tauro son personas tranquilas, casi imperturbables, a las que les gusta hacer sus cosas a su propio ritmo y, si puede ser, en silencio. Lentos de movimientos, no les gusta que lo molesten y saben ser pacientes cuando tienen que esperar. Y es que estos nativos saben aguardar y controlarse mientras llega su momento. Ahora bien, no los provoques ni hagas enfadar pues cuando tienen que saltar y defenderse mejor que no te pongas en su camino o pasarán por encima tuyo con toda su fuerza y con toda su furia, tanto si es preciso como si no.
Obstinado y testarudo hasta límites insospechados, cuando un Tauro alberga un deseo, (siempre tienen algunos en los bolsillos pues son soñadores), va hacia él directamente, luchando sin tregua y sin permitirse desánimos. Eso si, siempre bajo una apariencia de calma y de dominio de si mismo impresionante para los demás.
Apegado a lo material ya que es un signo de tierra, los nativos de Tauro necesitan tener su propio hogar y sus cosas alrededor pues eso le aportan seguridad. El tener a Venus como regente les otorga además una especial sensibilidad para apreciar y crear belleza en su entorno y también la necesidad de una vida cómoda y agradable.
En cuanto a la búsqueda del amor les pasa algo parecido, son personas de relaciones estables, de uniones duraderas que desean que se mantengan toda la vida. Saben cuidar tanto de su familia como de sus amigos, aunque a veces se excedan e intenten imponer sus opiniones sobre ellos sin escuchar réplicas. Eso si, siempre será buscando su felicidad y bienestar.
De gran apetito, comen prácticamente de todo, (comer es un placer para ellos), gozan en general de buena salud gracias a su fortaleza y su sentido del humor es bastante sencillo y se reirán a carcajadas con que simplemente te caigas delante de ellos resbalando tontamente.