Cáncer, signo de agua regido por la luna, es tremendamente emotivo y melancólico pero prefiero vivirlo en silencio. Y es que los nacidos bajo el signo del cangrejo son personas tranquilas a las que les gusta recogerse y meditar en su rincón. Además, cuando sienten que se les ha hecho daño se encierran en si mismos y puede pasarse días sin dar señales de vida. Esto es porque tienden al pesimismo y al malhumor, lo cual les hace aparecer a veces como un ser irascible ante la mirada de los demás.
Los miedos pueden llegar a paralizar al nativo de Cáncer y ha de luchar contra ellos. Cuando lloran es de verdad pues sus sentimientos son profundos, aunque suelen tenerlos tan ocultos que los demás se sorprenden cuando los dejan entrever. Sólo los muestran abiertamente cuando el dolor es muy grande, cuando la emoción los desborda, (lo cual no suele ocurrir sino en contadas ocasiones pues son muy comedidos).
Cambian de humor con la luna: a veces son dulces, y días después son ariscos y solitarios. Excelente depositario de secretos, los demás confían en ellos pues se muestran sabios y discretos, y si que lo son, y además saben guardar a buen recaudo aquello a lo que aprecian. Ahora bien, son demasiado cautos, incluso a la hora de ayudar a los demás. No les gusta correr riesgos ni asumir algo que pueda coartar su libertad y si encuentran quien ocupe su puesto ante las responsabilidades y compromisos, aceptará el cambio, eso si, sabrán hacerlo sutilmente.
Aparentemente duro, bajo su caparazón late un corazón sensible y cauteloso. Los Cáncer no son impulsivos, prefieren esperar y asegurarse de que el camino es el correcto y no existen riesgos importantes. Por supuesto tampoco les gustan los cambios por la inseguridad que en ellos produce, y puede quedarse como está toda la vida antes que arriesgarse a perder algo en pos de un bien mayor.
Foto Vía: Google