La Brisa puede manifestarse en diversas formas, desde las más agradables, hasta las más violentas cuando se transforma en ventisca, por ello su significado como símbolo en nuestros sueños, deberá ser evaluado en función de estas características.
Cuando en nuestro sueño percibimos una brisa agradable, suave y cálida que embellece nuestro entorno, nos encontramos ante un muy buen augurio, para los distintos niveles de nuestra vida, ya que nuestro transito se verá favorecido por éste evento, más aun si esta brisa nos brinda un aroma perfumado, por que en tal caso la espiritualidad se hace presente y con ella, el esclarecimiento evolutivo.
Si su manifestación se representa en forma de ventisca que no permite la visón, nos previene de peligros en cuanto a situaciones que se encuentran solapadas o que esconden acciones negativas hacia nosotros, llevándonos a un posible riesgo, si se suma el frío a esta ventisca, la traición de un amigo puede encontrarse latente.
Otra manifestación más compleja es la niebla, donde su densidad define el grado de peligro para nuestra vida, siendo a su vez el color un factor que nos va a permitir evaluar otros aspectos de este presagio, ya que el blanco se relaciona a nuestros valores que pueden encontrarse en un punto de debilidad, que nos pueda llevar a cometer graves errores, por dejarlos de lado.
Si la niebla es oscura, los viajes se encontraran en un primer plano para ser tenidos muy en cuenta, ya que los accidentes físicos son los más relacionados a este tipo de sueño.
Al encontrarnos envueltos en un vendaval, si nuestra actitud es avanzar contra la ventisca a pesar de su fuerza, nuestro carácter se encuentra templado, para afrontar todo lo que la vida nos depare, obviamente será lo contrario si éste nos arrastra.
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