Un Gnomo es una criatura mítica que se caracteriza por su tamaño extremadamente pequeño y un estilo de vida subterránea, la palabra tiene distintas raíces del griego gnosis, "conocimiento", o del árabe (Noum), que significa “dormir”.
Paracelso los incluyó en su lista de elementales, aunque existe cierta confusión entre los gnomos y otros seres similares, pero hay una sutil diferencia con las criaturas del folclore Europeo, que son las míticas criaturas llamadas duendes, representados a menudo como los gnomos y viceversa.
Los Gnomos son característicos personajes de leyendas Europeas en particular de Europa central, oriental y las tierras norte, donde son conocidos con otros nombres, por ejemplo en prusiano se llaman kaukis gnome y gnome-barbegazi, representados como criaturas con pies grandes en las tradiciones de Francia y Suiza, cuando hacia el oriente se llaman “Tengu”, diferenciándose en que a veces son alados.
Dentro de las historias medievales los gnomos tienen apariencia deforme, por lo general con jorobas y son gobernados por un rey quién los domina gracias a los poderes mágicos de su espada.
En la actualidad su apariencia se unifica en pequeños seres barbados, con vestimentas muy coloridas y sombreros de forma cónica, que viven en los bosques, dedicándose al cuidado de la naturaleza junto con las Hadas.
Son considerados criaturas benévolas, a diferencia de sus pares los duendes, que pueden ser una u otra cosa, tanto benignos, como malignos.
Las leyendas referentes a los Gnomos de Jardín, se originaron en Alemania, precisamente en Gráfenroda, una ciudad ubicada en Turingia, datando de mediados del 1800. Continuará.
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