La simbología es común en todas las culturas del mundo, ya que desde la antigüedad y hasta la actualidad, se consideran más que representativos, dotados de un poder o carga energética especial, de aquí que formen parte de la llamada Geometría Sagrada.
Estos son distintivos representando los orígenes de los pueblos, en el caso de los Celtas, cultura muy antigua de Europa, los símbolos eran sagrados, por ser capaces de generar energía purificadora del espíritu, brindar luz para neutralizar la oscuridad de la mente y el alma de los hombres, como protegerlos de todo tipo de enemigos, tanto visibles como invisibles.
Vinculados a la magia de los elementos naturales, para este pueblo místico, conformaron el posterior origen de la heráldica o emblemas tanto de la nobleza como de las religiones posteriores.
Comenzaremos a desarrollar su simbología y hemos elegido el símbolo llamado; Triskel o «la triple espiral«.
El Triskel o las tres espirales, forma parte de la magia, el arte y las leyendas Celtas, pero también podemos encontrarlo en otras culturas más antiguas, como las orientales, en particular el Tibet, demostrando así un misterio muy profundo.
Para los Celtas este símbolo tenia carácter divino, ya que era relacionado con la trinidad, compuesta por la interacción del cuerpo, la mente y el alma, que para los Chinos se componía del cielo, el hombre y la tierra.
El Triskel manifestaba la creación, siendo un símbolo que otorga poderes para estimular la creatividad, como la salud y la protección general, que en conjunto conduce hacia la prosperidad y el bienestar, por lo tanto es un símbolo netamente positivo para el que lo porte. Continuará.
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