Charles Manson es sin duda, una de las figuras más oscuras de la historia. Un asesino que creó su propia secta y se hizo conocido por ser el artífice de una masacre que acabó con la vida de varias personas entre ellas, la actriz Sharon Tate. Os hablamos ahora de La secta de Charles Manson y sus asesinatos.
Biografía de Charles Manson: ¿Quién fué?
Nacido en Cincinnati en 1934, hijo de una prostituta de dieciséis años, Charles Manson, después de varios robos, hizo su primera entrada al reformatorio a la edad de dieciséis años y desde ese mismo momento, nunca dejó de cometer crímenes.
En 1960 fue acusado de «transportar mujeres de un estado a otro para prostituirse». Condenado a diez años, estudió magia negra y esoterismo tras las rejas. Esos estudios lo llevarán una vez afuera a fundar su secta, bautizada como «La familia».
Durante su estancia en prisión en la década de los 60, desarrolló además una marcada obsesión por la música y es precisamente a eso a lo que decide dedicarse cuando sale de la cárcel en 1967.
Era la época del verano del amor, de los Beatles, de los hippies y de las comunas, de modo que Manson no tardó en juntar a un grupo de jóvenes a los que reclutó para crear una secta llamada «La familia».
Secta de Charles Manson: La Familia Manson
Tras salir de la cárcel con 32 años, Manson se dirige a San Francisco y es allí donde, obsesionado con ser el centro de atención, se convierte en una especie de gurú espiritual y acumula seguidores en el distrito de Haight-Asbury de la ciudad, repleto de hippies, donde el mencionado «verano del amor» ya estaba en marcha. La mayoría de los seguidores que reunió eran mujeres jóvenes vulnerables que buscaban un sentido de pertenencia, y eso es exactamente lo que les dio.
La «familia Manson», como Charles y sus seguidores eventualmente llegaron a llamarse a sí mismos, viajaron por la costa oeste antes de crear una base de operaciones en el Spahn Ranch de Los Ángeles en 1968. Se establecieron allí, escuchando las enseñanzas espirituales de Charlie, tomando drogas y codeándose con magnates de la música con los que Manson pretendía triunfar musicalmente.
Los robos y hurtos eran sin embargo, las actividades principales de «La familia», además de la práctica del sexo grupal y el uso de drogas, hachís y LSD. Manson era el líder y los jóvenes que le seguían obedecían a pies juntillas sus directrices sin cuestionar su salud mental.
De hecho, fueron estas jóvenes, las que perpetraron la masacre por la que Manson acabaría siendo encarcelado y convertido en uno de los personajes más oscuros de la historia reciente.
Asesinatos de La Familia Manson
El 9 de agosto de 1969 Manson organizó los que acabarían siendo conocidos como «Asesinatos de la Familia Manson», perpetrados en Cielo Drive , un barrio rico en Los Ángeles con el objetivo de ingresar a la villa habitada por el director Roman Polanski y su joven esposa, la actriz Sharon Tate, embarazada en el octavo mes.
Nada más entrar en la zona en la que se encontraba la casa, mataron al Guardián Stephen Earl Parent Al entrar en la villa, los miembros de la «Familia» no tuvieron piedad: el primero en morir fue el peluquero Jay Sebring. Luego muró Voityck Frykowski, quien fue apuñalado por Susan Atkins. El mismo destino también sufrió la rica heredera Abigail Folger de 25 años, apuñalada repetidamente. La última víctima fue Sharon Tate, de 26 años, embarazada de ocho meses . Con un trapo empapado en la sangre de la actriz, Atkins escribió en la puerta de la casa la palabra «PIG» (cerdo en inglés).
En el espejo del baño estaba escrito «Helter Skelter», una expresión inglesa que significa «confusión» o «desorden», que se convirtió en el título de una canción de los Beatles.
Otro brutal crimen al día siguiente
Un día después, Manson y varios de sus seguidores acudieron a la residencia de Leno y Rosemary LaBianca, también situada en Los Ángeles.
Al poco de entrar, Manson salió de la casa y ordenó a dos de sus fieles, que estaban esperando en un coche, que matasen a la pareja. Leno fue apuñalado en el cuello y su esposa Rosemary recibió 41 puñaladas por todo el cuerpo. Una vez más, usaron la sangre de sus víctimas para pintar las paredes con dos mensajes: “Muerte a los cerdos” y “Helter Skelter”.
El último crimen atribuido a Manson y su secta fue el de un miembro de la misma familia, Donald Shea, culpable de casarse con una mujer negra. Su cuerpo fue hecho pedazos, los restos empacados y arrojados al lecho de un arroyo. Por la masacre en Cielo Drive, Manson y sus cómplices fueron condenados a muerte, y luego a cadena perpetua cuando en 1972 la Corte Suprema suspendió las ejecuciones en California.
Muerte de Charles Manson
Manson cumplió su condena en la prisión estatal de Corcoran y se le negó la libertad condicional 12 veces. El 3 de enero de 2017, fue trasladado de la prisión a un hospital por un problema médico que nunca fue revelado. Murió el 19 de noviembre de 2017 a los 83 años.
Charles Manson en Érase una vez en Hollywood
La horripilante historia de Charles Manson ha sido motivo de ficción en más de una ocasión. La más reciente de todas ha sido en «Érase una vez en Hollywood», la novena película de Quentin Tarantino en la que se hace un pequeño repaso a cómo era el Hollywood de finales de los 60.
En el film,Damon Herriman (foto) interpreta a Manson, mientras Margott Robbie es la encargada de interpretar a Sharon Tate. La trama se centra sin embargo en el actor de Hollywood Rick Dalton (personaje de ficción interpretado por Leonardo DiCaprio) y su doble, Cliff Booth (Brad Pitt) los cuáles deben adaptarse a los cambios que se avecinan en Hollywood.
El personaje de Dalton es vecino de Tate y su marido Roman Polanski y la trama principal se desarrolla en el fin de semana en el que se perpetraron los crímenes de «La familia» de Charles Manson, al que los protagonistas llegan a conocer, presentándose el asesino, como un personaje sombrío y de hecho el personaje de Brad Pitt se integra en su secta para investigarle.
La película establece así una conexión bastante curiosa entre ficción y realidad, lo que ha provocado todo tipo de reacciones entre la crítica y el público, y dejando claro que a pesar de lo horrible de su existencia, Manson se acabó convirtiendo en un icono popular que ojalá no hubiera existido.