El pasado día 15 de Febrero se producía un acontecimiento nunca antes ocurrido en la historia conocida de la humanidad. Me refiero al paso orbital del asteroide conocido como DA14, ya que su acercamiento a la Tierra ha sido motivo de todo tipo de opiniones al respecto, sobre el riesgo que pudo generar precisamente su acercamiento a nuestro planeta.
Más o menos 27.000 kilómetros fue su acercamiento a su paso por la tierra y desde luego este dato despertaría gran preocupación a lo largo y ancho del mundo, ya que aunque su trayectoria no presentaba riesgo alguno, si es cierto que pasaría incluso más cerca que algunos de los satélites que actualmente orbitan. Como referencia también pensar que la Luna se encuentra a unos 384.000 kilómetros, por lo que podemos entender que la distancia que nos separó por unos instantes de la roca de hierro DA14 fue realmente pequeña.
Cierto es, que de haber impactado en tierra, podría haber sido capaz de destruir una ciudad entera, pero por fortuna, no ocurrió así.
Sin embargo y pese a lo histórico y extraordinario del “suceso”, lo realmente enigmático no fue el acercamiento del DA14, sino lo que sucediera ese mismo día 15 en Rusia, también relacionado con un meteorito, pero en este caso, con uno un tanto especial.
La trayectoria de este segundo bólido se dirigía hacia la ciudad rusa de Chelaybinsk, en donde varios vídeo aficionados, pudieron captar la impresionante imagen de la bola de fuego con su correspondiente estela de humo.
Lo realmente increíble de este otro incidente y aunque parezca mentira, todavía inexplicado, fue su explosión a pocos metros del impacto contra la tierra. De haber caído en la superficie del planeta, este, hubiese impactado a unos 64.000 kilómetros por hora, con una potencia generada de unas 30 veces la causada por la bomba de Hiroshima en 1945.
Lo que es igual que decir 140.000 muertos pero multiplicado por 30, algo realmente terrorífico. Sin embargo las noticias nos hablaron de unos mil afectados por la onda expansiva, de los cuales graves fueron en torno a los cien. Nada que ver con los 4.200.000 víctimas, que este pedrusco cósmico hubiera podido causar de caer cerca de una gran ciudad.
Sin embargo y curiosamente se desintegró justo antes de impactar. ¿Qué explicación tiene esto? ¿Por qué nadie ha dado cuentas a nivel científico de este suceso?
La verdad es que llegados a este punto, entraríamos en el terreno de la “conspiranoia” ya que es imposible explicar por qué un meteorito que viaja a tal velocidad, decide desintegrarse a pocos metros del suelo.
Animo a los lectores a buscar las imágenes grabadas por decenas de camarógrafos espontáneos, que en ese momento deambulaban por la ciudad, sin pensar lo que se les venía encima, ya que en dichos vídeos podemos observar la potencia de la trayectoria del meteoro, pero curiosamente desintegrándose poco antes de impactar. Desde luego un nuevo misterio dentro de un mundo lleno de misterios.
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