Hoy hablamos de Fotomancia: qué es y cómo se hace. ¿Se pueden conocer los pensamientos y sentimientos de una persona mirando sus fotografías? Por lo visto sí.
Qué es la fotomancia
No se trata de adivinar acontecimientos futuros ni predecir qué suerte vamos a tener, sino que la fotomancia es una técnica que se utiliza desde hace tiempo con la finalidad de conocer cuáles son los pensamientos y sentimientos de una persona. Esta adivinación o predicción se hace por medio de la visualización o lectura de fotos.
Sabiendo cómo funciona la fotomancia te darás cuenta de que en realidad es mucho más sencillo y creíble que la lectura del tarot, porque en la lectura de las fotografías hay un razonamiento lógico y científico que nos avala.
Es importante ser una persona muy observadora para dedicarse a la fotomancia, porque es preciso analizar la foto, tratando de penetrar en el alma de esa persona que aparece fotografiada.
Hemos dicho que con la fotomancia no se adivina el futuro sino que se descubren los sentimientos y pensamientos de una persona. Ahora bien, esto no significa que no se puedan predecir acontecimientos y, de hecho, sí que se puede hacer perfectamente, tomando como base precisamente esos rasgos de la persona estudiada en la foto.
En el alma está todo escrito, lo que nos hace sufrir y lo que nos hace reír. Y, en base a esto, el fotomante puede analizar cómo ha sido el pasado de una persona y, a raíz del impacto emocional que este haya tenido en ella, elaborar una hipótesis predictiva acerca de su futuro.
En cualquier caso, la fotomancia no se trabaja de manera diferente a otras técnicas predictivas. Si bien la herramienta que se utiliza es otra, en este caso la fotografía, sin embargo, como siempre, el fotomante lo que hará será emplear este instrumento para contactar con sus guías espirituales quienes serán, en última instancia, quienes permitirán al experto conocer los detalles.
Qué podemos saber a través de la fotomancia
A través de la fotomancia la persona puede consultar al fotomante sus inquietudes acerca de cualquier asunto que le preocupe. Puede hacerse incluso por teléfono o por medio del correo electrónico. Y, de hecho, hay expertos que ofertan sus servicios vía web para las personas contacten con ellos y puedan pedirles ayuda.
Al igual que sucede con las consultas del tarot a través de la fotomancia el adivino puede orientar al consultante ayudándole para que encuentre el mejor camino que le lleve a la solución de sus problemas o la consecución de sus objetivos.
Principalmente lo que podemos conocer a través de la fotomancia es el estado emocional actual de la persona, cuál es la vibración de su espíritu y si es la vibración correcta de acuerdo a su camino o destino; también podremos saber a través de la foto características de la personalidad del consultante y respuestas a consultas que el participante nos haga.
Es la intuición la que actúa por medio de la lectura de las fotos para dar al fotomante la orientación y respuestas que este ofrecerá a la persona a demanda de su consulta realizada.
Las preguntas que se pueden hacer son variadas, por ejemplo, puede interesarnos consultar si una relación de pareja tiene futuro, si la persona con la que estamos saliendo es la adecuada, si una persona guarda algún secreto y otros datos que nos ayuden a adelantarnos a acontecimientos futuros evitando problemas o situaciones negativas.
Por otro lado, también podemos realizar otro tipo de consultas, como son aquellas que se realizan en fotos grupales para saber si alguna de las personas que aparece en la foto aporta energía positiva o negativa e incluso para saber si la persona está viva o muerta. La fotografía será un vehículo que abrirá un canal de comunicación para conectar con otros planos.
Cómo se hace la fotomancia
El fotomante debe ser una persona preparada que no solo tenga facultades de videncia sino, además, tenga conocimientos acerca del lenguaje de los gestos, domine técnicas de meditación y de introspección. Es fundamental dominar la intuición y las energías para captar las energías de la persona y ver a través de su alma.
El clarividente necesita relajarse lo suficiente antes de proceder a la lectura de las fotos. Su mente debe estar los suficientemente limpia y libre de prejuicios y concepciones previas. Una vez conseguido ese estado de relajación y concentración ideal, el clarividente contactará con sus guías espirituales quienes, por medio de la intuición, le irán haciendo ver esos datos. Además, el fotomante usará sus conocimientos en lenguaje gestual para ir obteniendo respuestas fruto de una combinación de todo esto.
El proceso es breve y prácticamente automático, igual que sucede con la lectura del tarot. La habilidad y experiencia del fotomante es importante para que esto suceda y la consulta proceda de manera rápida y eficaz.
Para leer las fotos solo es necesario tener a mano, ya sea de modo físico o virtual, dos o tres fotos actuales de la persona sobre la que se consulta. En las fotografías la persona debe aparecer sin gafas y del modo más natural posible para poder observar bien sus ojos y rasgos. La foto debe estar bien definida.
La lectura es válida para cualquier persona y sobre cualquier cuestión. Como siempre, hay que tener cuidado de no confiar en cualquiera, sino recurrir a profesionales de confianza.
La fotografía es una herramienta más en manos del clarividente. Sin embargo, es cierto que desde el inicio de su existencia, la foto ha tenido un gran simbolismo en el mundo esotérico y es considerado un elemento de poder, capaz de atrapar el alma de quien se deja fotografiar. Existen supersticiones en torno a esta creencia, tanto así que los indígenas sentían terror a ser fotografiados porque pensaban que esto suponía robarles el alma. Mientras que en siglos pasados, se tenía la costumbre de fotografiar a los difuntos, con el fin precisamente contrario de preservar su alma junto a nosotros.
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